Estiman que en 10 años ya no se use dinero en efectivo

Entre las muchas cosas que la pandemia del coronavirus puede dejar atrás en todo el mundo, hay una que ya había empezado a gestarse años atrás, pero que en estos tiempos puede cobrar todavía más fuerza. No es otra cosa que el fin del dinero en efectivo tal como lo conocemos.

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Entre las muchas cosas que la pandemia del coronavirus puede dejar atrás en todo el mundo, hay una que ya había empezado a gestarse años atrás, pero que en estos tiempos puede cobrar todavía más fuerza. No es otra cosa que el fin del dinero en efectivo tal como lo conocemos.

En algunos países, la modalidad de manejarse con billetes y monedas en el bolsillo ya quedó atrás, y en otros, como en Argentina, va modificándose lentamente.

En relación a su consumo diario, Latinoamérica posee uno de los niveles más bajos del mundo de pagos electrónicos. Sin embargo, según los especialistas, en el escenario de distanciamiento social actual, el Coronavirus se está convirtiendo en el propulsor de nuevos hábitos de consumo y formas de pago, aún en las personas más arraigadas al uso del billete. Por ende, el virus podría convertirse en el motor para acelerar la transformación digital en todo el mundo, incluida nuestra región. Y, además, en la posibilidad de introducir nuevas tecnologías que impulsen la reducción del uso del dinero en efectivo para realizar transacciones.

En el escenario pre cuarentena, y aún hoy en día en nuestro país, el dinero efectivo sigue prevaleciendo entre los consumidores. Pero ya se aventura que esto podría cambiar.

“En la actualidad -explica Melisa Murialdo, analista del sitio de servicios financieros “El mejor trato”- el modus operandi de los consumidores latinoamericanos implica usar efectivo para las compras cotidianas de bajo importe y dejar a las tarjetas de débito y crédito para las transacciones de mayor importe, porque eliminan el riesgo de llevar grandes cantidades de efectivo en el bolsillo, además de que el crédito brinda la posibilidad de financiar la compra. Los consumidores que prefieren pagar en efectivo lo hacen porque es una forma de pago práctica, rápida, y aceptada en todas partes. Sin embargo, a partir de la pandemia, esta situación se va a ir modificando en todas partes”.

Fuente: Diario El Día

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