Se cumplen 77 años de la sanción de la Ley de Sufragio Femenino

Desde el Frente de Mujeres de La Cámpora del Partido de La Costa, Micaela Britos, nos brindó un análisis sobre este aniversario, en donde pone en evidencia que las luchas con peronistas y feministas, siempre van por la justicia social, la igualdad y el bien común.

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Haciendo un poco de historia, los hombres mayores de 18 años, “padres de familia” y terratenientes eran los únicos que tenían la posibilidad de votar en la Argentina.

Los requisitos para empadronarse contemplaban, además saber leer y escribir y ejercer alguna profesión, a sabiendas que la educación en esos tiempos, era sinónimo de poder económico, social y sobre todo, cultural.

La Ley Sáenz Peña de 1912 estableció el voto secreto y obligatorio para todos hombres mayores de 18 años, nacidos en Argentina y residentes de las 14 provincias del país. Esto “ordenó” un poco más las cosas, pero siempre para los varones.

Entre 1911 y 1939 se intentó sin suerte alguna buscar la puja política para instaurar el voto femenino. Recién en 1928, la gobernación de San Juan modificó la Constitución provincial y habilitó a las mujeres sanjuaninas a votar y a presentar sus candidatas en las elecciones municipales.

Perón en 1945 desde la Secretaría de Trabajo y Previsión planteó la necesidad de sumar la voluntad femenina en las urnas y junto a las organizaciones sociales María Eva Duarte comenzó a ponerlo en discusión en sus discursos y animan a otras mujeres a levantar la bandera de este derecho que asomaba, bajo el lema “la mujer puede y debe votar”.

El 21 de agosto de 1946 el proyecto fue aprobado por la Cámara Senadores, para que el 9 de septiembre del año siguiente hiciera lo propio la Cámara de Diputados.

Ese 9 de septiembre de 1947 las mujeres exigieron en el Congreso de la Nación la aprobación la ley de sufragio femenino.

Recién en 1951 las mujeres acudieron masivamente a las urnas, con nombres destacados como los de Julieta Lanteri, Carolina Muzzilli, Alfonsina Storni y Salvadora Medina Onrubia, militantes feministas de aquellos años, pioneras en gestionar además la Libreta Cívica, porque hasta ese entonces, la única documentación con la que contaba era su partida de nacimiento.

En términos civiles y políticos, desde entonces la mujer inició un camino de lucha constante por conseguir más derechos en una sociedad en la que consideraba a los hombres como unos seres destacados, con una bajada cultural patriarcal atravesada por la violencia institucional, política, educativa y derivando a la mujer a las tareas no remuneradas del hogar (como hasta ahora).

En 1949, la lucha feminista consiguió la patria potestad compartida; en 1954, la ley de divorcio y recién en 1991, el cupo femenino que garantizó al menos que el 30% de participación femenina en las listas de partidos políticos para cargos nacionales.

Desde el Frente de Mujeres de La Cámpora del Partido de La Costa, Micaela Britos, nos brindó un análisis sobre este aniversario, en donde pone en evidencia que las luchas con peronistas y feministas, siempre van por la justicia social, la igualdad y el bien común.

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