¿Por precio o salud? | Menos argentinos fuman y el cigarrillo electrónico es tendencia

El consumo de tabaco es la principal causa evitable de enfermedad y muerte en el mundo. Cada año mata a más de 7 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidoras del producto y alrededor de 890.000 son no fumadoras expuestas al humo de tabaco ajeno (OMS). Se estima que la mitad de los fumadores mueren de alguna enfermedad relacionada al consumo de tabaco y que viven en promedio 10-15 años menos que los no fumadores.

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El consumo de tabaco es la principal causa evitable de enfermedad y muerte en el mundo. Cada año mata a más de 7 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidoras del producto y alrededor de 890.000 son no fumadoras expuestas al humo de tabaco ajeno (OMS). Se estima que la mitad de los fumadores mueren de alguna enfermedad relacionada al consumo de tabaco y que viven en promedio 10-15 años menos que los no fumadores.

En los últimos tiempos se fortaleció el cigarrillo electrónico o E-cig que, de acuerdo con las publicidades de las mismas tabacaleras y sin ningún respaldo científico, afirman ayuda a dejar de fumar, es más seguro que el cigarrillo tradicional y no genera adicción.

El cigarrillo electrónico o E-cig, consta de un recipiente en forma de cigarrillo o similar, una batería interior para generar calor y una carga con una solución líquida que al calentarse produce un vapor que vehiculiza diferentes sustancias para ser inhaladas (vapear).

La solución líquida está compuesta por nicotina, saborizantes y otros productos químicos, que al calentarse no solo generan aerosoles de nicotina sino otros productos químicos que resultan tóxicos (carcinógenos) para la salud. Estos dispositivos, aunque en Argentina están prohibidos por el ANMAT, se venden libremente.

Del análisis de diferentes estudios se observa que los dispositivos electrónicos de liberación de nicotina permiten también la inhalación de otras sustancias, que además del poder adictivo, suman nuevas toxicidades potenciales que pueden afectar adversamente sobre el aparato respiratorio.

El consumo a través de este tipo de dispositivos fue evaluado por primera vez en la Argentina (ENFR 2018), alcanzando una prevalencia de 1,1%, la cual es significativamente más baja que la que se observa en otros países del mundo, pero va en aumento. Es necesario alertar a la población sobre el riesgo de estas nuevas formas de fumar, del atractivo que representan para los jóvenes con sus sabores similares a golosinas y diseño novedoso, iniciándolos en esta adicción.

Cabe destacar que el ultimo aumento de los cigarrillos fue de un 5% en promedio y según las tabacaleras «para hacer frente al aumento en su estructura de costos». 

Fuente – Asociación Argentina de Medicina Respiratoria

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